EL RECUERDO DE LA CANELA

                       EL RECUERDO DE LA CANELA

Para mí, la canela es una especia que juega un papel muy importante en mi vida. El primero en mi niñez porque el mejor postre que mi madre nos hacía era tarta de manzana con canela (la mejor receta del mundo mundial). Mi madre emigró a Marruecos siendo una adolescente, luego volvió a emigrar a Suiza. Ni la lengua, ni las costumbres, ni el clima le fueron favorables. Como le costaba mucho pedir los alimentos en las tiendas (aun no se habían implantado los super sel-service), la única fruta que podía pronunciar era "POMME" o sea: manzana.

Pues de comprar tantas y tantas manzanas, consiguió elaborar un postre perfecto, una tarta crujiente, fina, sencilla y riquísima.

El segundo papel importante en mi vida fue mi marido y por añadidura, mi suegra (a la que quería un montón).

Mi suegra se casó con una familia de origen armenio. Una familia que vivió en Constantinopla. En 1915, el genocidio armenio a manos de los soldados turcos aniquiló casi todos los miembros de la familia. Sólo se salvaron el abuelo de mi marido y un hermano que terminó en América.

Mi suegra, para agradar a su joven marido, quiso aprender las recetas tradicionales armenias. La cocinera de la familia, a regañadientes, le fue explicando cómo se hacían las deliciosas "albóndigas con canela", ¡sí! las mismas que salen en la película "Un toque de Canela".

La cocinera a la que todos llamaban "tía Sirán", no quería que una joven española de la alta sociedad, se llevara el mérito de su extraordinaria cocina y, lo que hacía, era ocultarle algún que otro detalle de relativa importancia, de la receta. De esa manera, nunca, nunca le saldría igual de rica que a ella.

Muchos años más tarde, al casarme, pude disfrutar  de uno de los más famosos y deliciosos platos de la cocina oriental.

Así que, mis dos "madres", la biológica y la política me han dejado en herencia el maravilloso sabor y olor a canela.
No podré estarles más agradecida.

Receta de la tarta de manzana con canela:

Sobre una base de masa de hojaldre, colocar trozos de manzanas cortados lo más finos posible. Añadir azúcar (abundante si las manzanas son ácidas) y hornear a 170-180º hasta que el hojaldre esté muy crujiente (casi una hora). Una vez fuera del horno, espolvorear con canela en polvo.