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lunes, 2 de noviembre de 2015

             13 PASOS PARA CONSEGUIR UNOS BIZCOCHOS PERFECTOS


1)     Los huevos deben estar siempre, siempre, siempre a temperatura ambiente. No sólo para los bizcochos, para cualquier otro tipo de pastelería, esto vale. Si hay diferencias de temperatura entre los ingredientes, esto dificultará la subida del bizcocho o puede que la masa se corte, etc.

2)      Mejor usar azúcar glass que azúcar normal. Esto tiene una explicación: los granas de azúcar normal, al ser más gruesos tenderán a subir a la superficie de la masa. Eso hará que se forme una costra más gruesa y se quemará con más facilidad. El uso del azúcar glass o sucre glace, dará como resultado una costra más fina.

3)      Una vez que se añada la harina, no hay que “trabajar” mucho la masa. El hecho de mezclar con contundencia desarrollará el gluten y la superficie del cake no será tan lisa.

4)      Es mejor usar una harina con poco gluten.

5)      Es un error poner mucha levadura. Muchas veces el bizcocho subirá en el horno y de repente se hundirá sin razón. Bueno, la razón suele ser un exceso de levadura. Si no estáis muy seguros de las cantidades, es mejor usar harina con levadura incorporada (harina bizcochona). Así no hay peligro de que el bizcocho caiga.

6)      Si usáis levadura química, la masa o preparación puede esperar un tiempo y luego hornear, sin embargo, cuando se emplea bicarbonato sódico (que es lo que contienen las harinas bizcochonas), no se puede esperar para hornear ya que el efecto del bicarbonato empieza en cuanto está en contacto con un líquido y si esperamos mucho, cuando se introduzca el molde en el horno, ya no subirá.

7)      A veces, el bizcocho se “desinfla”. También puede ser por falta proteínas. Proteína = claras de huevo.

8)      Mejor no añadir sal. La sal destruye las “pompitas” de aire que sirven para darle textura y ligereza.

9)      Es mejor pesar los huevos si lo requiere la receta. Si no tenéis una balanza podéis usar mi truco de 1-2-3. La clara suele pesar 30 gramos, la yema 20 gramos y la cáscara 10 gramos: 3-2-1 o 1-2-3, como más os guste.

10)   Para que no se queme la superficie del bizcocho, hay un truco muy sencillo: antes de hornear, hay que alisar la superficie de la masa con una espátula de silicona mojada.

11)   Si vais a incorporar pasas, frutos secos o cualquier otro ingrediente que pesa y si no queréis que caigan al fondo del bizcocho, sólo hay que enharinarlos un poco. Así se quedarán bien repartidos por toda la masa. La harina absorbe la humedad e impide que estos elementos pesados caigan. Esto no es necesario si la masa es muy densa.

12)   Para que el bizcocho no se queme por abajo, hay que poner una, incluso hasta dos placas de hornear sobre la rejilla.

13)   Horneando a 150 grados durante una hora, salen perfectos.